Quito es una ciudad de quebradas cuyo cauce natural las conduce a los ríos. Las aguas servidas empleadas cotidianamente en los hogares y las aguas residuales de los procesos industriales merecen tratamientos técnicos y una canalización adecuada antes de desembocar en aquellas 110 quebradas que tiene la ciudad.
Los esfuerzos de las empresas municipales encargadas de estas tareas deben ser coordinados. La cosa es simple y en esa visión simple se explica su complejidad.
Durante años las invasiones y asentamientos urbanos iban a gran velocidad, una velocidad que superaba con creces la capacidad económica y los esfuerzos del Cabildo para construir redes de alcantarillado y plantas de tratamiento de agua usada.
Los datos publicados en este Diario relatan que Quito genera 7,5 metros cúbicos de agua residuales por segundo.
El presupuesto para esta delicada materia es de USD 60 millones por año, pero los técnicos y especialistas cifran en un total de USD 1 000 millones para atender a la demanda represada y a la velocidad creciente de casas y urbanizaciones.
La situación en el sur de la capital, donde vive un millón de personas, muestra que se han construido 23 km de interceptores de aguas servidas pero faltan aún 37 kilómetros del total planificado, que asciende a 60 km.
La inversión de la construcción de dichos interceptores superó los USD 50 millones, de los cuales 30,8 millones se han destinado en la última fase que se ejecuta en la actualidad. Los costos de esta obra, según los técnicos, ascienden a USD 900 000 por kilómetro y, como es obvio suponer, se trata de un promedio en atención a las complicaciones de la topografía.
El problema es grave, tiene que ver con la calidad de vida de la gente, la sanidad y la contaminación al aire y la afectación a la respiración.
La planificación es clave, a fin de atender a barrios marginales que carecen de canalización y de una adecuada planificación e inversión, no solo municipal sino del Gobierno Nacional para cubrir los millonarios costos. Es un aspecto clave y de hondo contenido social y humano.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: El Comercio.com